En la zona de la bodega a la que fuimos en Asti, conocemos que se dan diversas adaptaciones, dadas fundamentalmente, como respuesta a diversas plagas:

-Hongos que se convierten en plagas contra las viñas, durante el crecimiento de estas, son menos efectivos cada vez, gracias a la adaptación que están sufriendo estas hacia dicho agente nocivo. Los viticultores ayudan a sus cultivos, eliminando en lo posible este problema.

Estos hongos transmiten enfermedades graves a las uvas, lo que las estropea, como es el caso del ''oídio''. Este problema se está viendo solucionado por medio de la plantación de rosales, que evitan que este se genere.

Se trata de una adaptación etológica, orientada a las rosas, en beneficio de los viñedos.

-Tras la plaga de la filoxera, las uvas posteriores a la plaga, contaban con una previa adaptación a esta. Fue una época dura para el cultivo de uvas en Europa. Uvas, entre las que se encontraban variedades del Piamonte, tuvieron que adaptarse a otros tipos de climas diferentes, fuera de los suyos habituales.

-La uva Barbera sufrió una adaptación más comercial, después de que en 1986, 22 personas murieran por exceso de metanol en unas uvas, de esta variedad. La venta de vinos elaborados con esta variedad de uva, tuvo que ser reformada, para que la gente, siguiese confiando en la calidad de dicha uva. Además, esta uva cuenta con una gran capacidad de adaptación a terrenos en los que, otras variedades, no son capaces de fructifica.

-Zorro Vulpes Vulpes: esta especie, característica de la zona, tiene capacidad para adaptarse a diferentes zonas, variando su pelaje, y otras características físicas. Se trata de una adaptación anatómica.